Rimaq Mayu / Río Hablador
Escultura cinética
2008
Video / 04:29'
Colección MICROMUSEO ("al fondo hay sitio")
Carlos Morelli / Melissa Herrera
Rimaq Mayu / Río Hablador
Escultura cinética
2008
Video: 04:29′
Colección MICROMUSEO
(“al fondo hay sitio“)
EL RÍO CAMPANA
“…El poeta escuchó rezar al río
en un idioma de silencio
que tradujo en una estructura de madera y de acero
con una garganta de bronce de una altura de dos metros
Rimaq Mayu
mayun taquishan
el Río Hablador
está cantando sobre la condición humana…
…Hay una poesía que se traza desde lo alto de Junín hasta las orillas del Océano Pacífico
en lo alto ha emergido una garganta
una campana que no dejará de sonar
Santísima Trinidad que eleva filosóficamente su potencia, inteligencia y amor
sobre una cubeta que aúna sus propias fuerzas
las fuerzas del río se reúnen para verter su voluntad de purificación
en el recipiente que activa el mecanismo
que golpea la campana de su propia voluntad…”
Carlos Morelli / Melissa Herrera
La Tierra sigue muriendo. Aún en el Día de la Tierra, cuya creciente reivindicación retórica poco pareciera lograr contra la devastación que se multiplica. Pero hay también un cierto poder en lo simbólico. Una posibilidad mobilizante y evocadora. Sanadora. Es desde esa ilusión que el 22 de abril del 2009 MICROMUSEO incorporó a sus colecciones las intensidades poéticas y políticas de Rimaq Mayu: un video precioso, y al mismo tiempo una de las propuestas más ajustadas que el arte peruano haya generado para la intervención ética, estética, en el paisaje.
Sus artífices, Carlos Morelli y Melissa Herrera, reconfiguran desde una simulación digital la voz ahogada del llamado Río Hablador. El quechua Rimaq mayu, que desemboca muerto en el cáncer urbano de Lima tras haber nacido purísimo entre los altos glaciares andinos. Ahora casi desaparecidos, por supuesto, y de allí la significancia mayor de volver a ellos como metáfora final de las fuentes primeras de la vida: es la sola energía primordial de sus aguas la que dinamiza a esta obra, soñada como una escultura cinética cuyos golpes de campana dan cuerpo sonoro a la naturaleza que agoniza. Cabe a nosotros definir si ese tañido será un réquiem o un despertar.
Hablan los autores: “este proyecto se articula viendo como voluntad del propio río la descontaminación de sus aguas. Los artistas tienen la convicción de que la voz de Rimaq debe ser escuchada por todas las personas y no sólo por la imaginación de los poetas. Surge entonces una estructura de madera y de acero que provee al río de una voz universal, un sonido repetitivo que se oirá a través del valle y podrá ser contemplado desde un mirador próximo a la obra”.
O desde la virtualidad de este espacio web.
(Gustavo Buntinx)