Gustavo Buntinx

¡KACHKANIRAQMI!

(Sinopsis curatorial)

Víctor Idrogo
Vírgenes de Rasuwillka
2019
Fotografía digital

En el Mes de las Cruces, este miércoles 18 de mayo, Día Internacional de los Museos, MICROMUSEO inaugura una exposición inquietante. Y (NEO)BARROCA. Y excepcional: las fotografías místico-libidinales logradas antes de la peste por VÍCTOR IDROGO en la FIESTA DE LA SANTÍSIMA CRUZ DE RASUWILLKA.

Un momento de culminación en la prolongada historia de la festividad iniciada en 1998 por JESÚS URBANO ROJAS, el mítico imaginero ayacuchano, desde la precariedad esperanzada del asentamiento humano de Huampaní Alto, en los suburbios marginales de la gran Lima. Allí se refugiaron miles de migrantes serranos, expulsados de sus pueblos por la violencia política y la guerra incivil. Un TRAUMA que el artífice sublimó en RENACER trasladando a los cerros carenciados de la capital el ESPLENDOR RITUAL de las provincias. Como una evocación explícita de los CULTOS SINCRÉTICOS al nevado tutelar de Rasuwillka, el APU mayor de su Huanta natal.

Todo ello potenciado por los apoyos y solidaridades de la intelectualidad que supo vislumbrar en ese TRASPLANTE de las expansiones tradicionales del catolicismo andino el germen de una transformación también social. LA (POST)MODERNIDAD POPULAR.

Las desconcertantes y liberadoras MODERNIDADES OTRAS en que el PERÚ MESTIZO se redefine. Se reinventa. Desde la fricción creativa entre lo pe-que-ño-bur-gués-i-lus-tra-do y lo po-pu-lar-e-mer-gen-te: sin duda resulta emblemático el que el historiador PABLO MACERA haya sido el mayordomo inaugural de esta fiesta. Y que luego asumieran esas responsabilidades otros agentes significativos de la renovación crítica —y espiritual— de la cultura peruana, siempre mutante. Con el acompañamiento de manifestaciones creativas de TODAS LAS SANGRES NUESTRAS.

Como los MANTOS RITUALES prodigiosamente bordados con iconografías insólitas, arcaicas y futuras, re-cons-truc-ti-vas.

Los ZORROS, de Dioses y hombres de Huarochirí, el Popol Vuh andino.

El LEÓN Y LA ROSA, de MICROMUSEO.

El ARCO IRIS de la renovación de la Alianza…
  

Iconografías sincréticas en sendos mantos ofrendados
a la Santísima Cruz de Rasuwillka:
el León y la Rosa (emblema de Micromuseo),
mayordomía de Gustavo Buntinx y Susana Torres (2015);
el arco iris de la Renovación de la Alianza (y del Tawantinsuyo),
mayordomía de Rocío Rodrigo y Germaín Machuca (2019)
(Fotografías: Mary Ann Agurto [arr.]
y Víctor Idrogo [ab.])

O la mesiánica CRUCIFIXIÓN DEL ESPÍRITU SANTO: la Paloma, no el Cristo.

Comisionada, además, como impresionante talla de madera al propio taller de Urbano por RAMÓN MUJICA PINILLA, nuestro gran estudioso —y teólogo— del arte virreinal.
  

Ramón Mujica Pinilla  (concepto y comisión) /
/ Jesús Urbano Rojas (dirección de obra) /
/ Gustavo Aliaga (talla)
Crucifixión del Espíritu Santo
ca. 2010
Madera tallada / 124 x 110 x 12 cm
Colección MICROMUSEO
(“al fondo hay sitio”)

O los “cuadros vivos” de escenas transfiguradas de la Pasión. Resplandores concebidos por SUSANA TORRES con un rosario de féminas de varias edades. Y —otra vez— todas las sangres. En clave —otra vez— (neo)barroca. (Ecos de Madeinusa, la película inicial, INICIÁTICA de Claudia Llosa, en la que Susana Torres y Patricia Bueno definieron las impactantes puestas en escena).
  

Víctor Idrogo
Vírgenes de Rasuwillka
2019
Fotografía digital sobre papel
(Modelos: Karina Castillo [izq.] y Fátima Buntinx Torres [der.])

Una experiencia vasta que la BELLEZA PODEROSA Y EXTRAÑA de las fotografías de Idrogo ahora condensa mediante la captura de lo epifánico entrevisto durante los fastos del 2019, propiciados por MICROMUSEO con los mayordomos María del Rocío Rodrigo Prado y Germaín Machuca.

Un momento detenido, perennizado, atravesado por las percepciones propias en el incisivo nervio óptico de este fotógrafo peculiar. Este artífice esencial para ciertas redefiniciones de nuestra visualidad contemporánea.
  

Víctor Idrogo
Vírgenes de Rasuwillka
2019
Fotografía digital sobre papel
(Modelos: Camila [izq.] y Alessia [der.] Valer Portilla)

Como en las tomas donde un desgarrado afiche “chicha” sirve de aureola para los cuerpos transfigurados en atavío celestial. Con indumentarias que oscilan entre lo kitsch y lo sacro. Entre lo arcaico y lo venidero: atención a esa captura en que, bajo las glorias bordadas del tradicional manto andino, una niña angélica reluce todo lo moderno de sus zapatillas fucsia-Barbie.  O aquella fotografía otra en que una atemporal Virgen Morena ––divina Camila Valer Portilla–– nos eleva el alma con la mirada. Celular en mano.

Acaso el punctum de la exposición entera.

Aparición de las Vírgenes de Rasuwillka
entre las altas tensiones del Alto Huampaní,
asentamiento humano marginal
de la gran Lima
2019
(Fotografía: Víctor Idrogo)

Uno de varios punctum. Quizás el más explícito —pero, de otra manera, también el más incisivo— sea la panorámica grupal de la Aparición de las Vírgenes de Rasuwillka entre las altas tensiones del Alto Huampaní: hay mucho de fascinación y también algo de sobrecogedor en ese contrapunto de fricciones entre los atuendos de trasnochada fantasía y la calleja de tierra bajo el cableado ominoso de enormes torres de conducción eléctrica.

Instantáneas todas en las que dos décadas de intercambios devotos —GOZOSOS— se precipitan.

Y nos devuelven a la Vida.

Po-lí-ti-ca / Po-é-ti-ca / Es-pi-ri-tual.

(VITA NUOVA).

¡Kachkaniraqmi!
  

Venuca Evanán y Digna Ramos,
en traje tradicional de la comunidad andina de Sarhua, Ayacucho,
elevan sus cánticos durante la Fiesta de la Santísima Cruz de Rasuwillka,
en Huampaní Alto, Lima
2019
(Fotografía: Víctor Idrogo)

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