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PAÍS DEL MAÑANA

Utopía y ruina en la guerra civil peruana (1980 – 2000)

Colectivo Piensa / Taller Huayco E.P.S. / Taller N.N. /
/ Taller PerúFábrica / Herbert Rodríguez / Juan Javier Salazar

CENTRO CULTURAL DE SAN MARCOS (CCSM)
Centro Histórico / Lima – Perú

EXPOSICIÓN (Curaduría: Gustavo Buntinx)

109

11 de agosto
octubre
2004

TODO LO BEBIDO, <br>TODO LO VIVIDO<br>(Sobre la performance <br><em>Dos botellas de cerveza</em><br>de Juan Javier Salazar)<br>Gustavo Buntinx


Gustavo Buntinx

TODO LO BEBIDO, TODO LO VIVIDO
Sobre la performance Dos botellas de cerveza,
de Juan Javier Salazar

(Comentario)*


Al final de la batalla:
restos preservados de la performance Dos botellas de cerveza
realizada por Juan Javier Salazar
en la sala de la exposición
Perú, país del mañana,
el 26 de agosto del 2004
(vista frontal)
(Imagen con defectos de origen)

Un momento de temblor histórico para el arte contemporáneo del Perú fue la inusitada performance Dos botellas de cerveza, realizada el pasado jueves 26 de agosto en el Centro Cultural de San Marcos (CCSM). Frente a su obra paradigmática Perú, país del mañana, en medio de la exposición precisamente denominada País del mañanaJuan Javier Salazar derramó sin guión, sin pauta, “sin medida ni clemencia”, sus más lúcidas (a veces sus más amargas) ocurrencias sobre lo que ha sido de nuestro país, de nuestro arte, de nosotros mismos, en el largo transcurrir de violencias y dictaduras desde el año 1981 en que realizó aquella pieza. Todo mientras bebía largamente dos cerveceros “margaritos” ─demasiado helados y demasiado grandes para el inclemente agosto limeño.

Durante ciento treinta y siete (137) minutos, siempre en “tiempo real” (nunca “realista”), el artista divirtió, perturbó, aburrió, y nuevamente conmovió con su discurso hipnótico ─y su revolucionaria nostalgia─ a los ciento treinta y siete (137) privilegiados que participaron en algún momento de este momento brillante y excepcional para nuestro agobiado arte.

Hubo incluso instantes de casi epifanía, como la incorporación no prevista de Jesús Ruiz Durand, esa otra encarnación de la plástica radical peruana. Algo entrañable se revolvía en la imagen viva de estos dos cuerpos históricos en inquietante aunque aquietada “conversa”, frente a los presidentes carcomidos eternamente repitiendo “mañana”.

Y también al lado de los labios pintados de la Maorilyn de los NN, los recatados de la Sarita Colonia de Huayco, el agit-porn de Herbert Rodríguez, el camuflaje provocador de Piensa, la desesperante Sala de espera de Perúfábrica

Una escena que acaso resumía todo lo vivido ─todo lo bebido─ en estos dramáticos años. “Si vamos a hacer contracultura” ─decía la incansable voz cansada del performer─ “que no sólo sea inteligente y seca, sino también gozosa y atrevida. Los artistas deberían intentar hacer milagros, no venderles cuadros a millonarios”.

Juan Javier Salazar: nuestro primer plástico oral. Y tal vez el único que pueda aspirar a ser ─paradójicamente y al mismo tiempo─ el Andy Warhol y el Joseph Beuys peruano.

Al final de la batalla:
restos preservados de la performance Dos botellas de cerveza
realizada por Juan Javier Salazar
en la sala de la exposición
Perú, país del mañana,
el 26 de agosto del 2004
(vista aérea)
Notas

* Este texto fue redactado inmediatamente después de la realización de la performance Dos botellas de cerveza, el 26 de agosto del 2004, e impreso en el nº 51 del Boletín del CCSM (Centro Cultural de San Marcos), correspondiente a la semana del 30 de agosto al 6 de setiembre de ese año.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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