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CANTUTA

Cieneguilla – 27 junio 1995

Ricardo Wiesse


PARADERO HABANA
Laboraleatorio, Espacio de Arte, Miraflores / Lima – Perú

EXPOSICIÓN (Curaduría: Gustavo Buntinx / Victor Vich)

137

09 de agosto
27 de setiembre
2008

NO SÓLO DOLOR<br>(Prólogo)<br>Carlos Iván Degregori


Carlos Iván Degregori (*)

NO SÓLO DOLOR

(Prólogo)


Instante crucial en que se exhuman las llaves de Richard Armando Amaro Cóndor,
desaparecido de la Universidad de La Cantuta cuyo cuerpo desmembrado y calcinado
fue parcialmente hallado en las fosas clandestinas de Cieneguilla. 1993.
(Fotografía: Víctor Ch. Vargas, revista Caretas)

Murieron setenta mil. Números más, números menos. Siempre resulta obsceno hablar de números cuando se trata de vidas humanas, pero ése fue el resultado del conflicto armado interno que desgarró el país durante las décadas de 1980 y 1990. Todas las víctimas eran ciudadanas y ciudadanos peruanos. Cada muerte igual de incomprensible. Cada pérdida igualmente irreparable. Sin embargo algunas de ellas, por su atrocidad, por el contexto en el cual se produjeron, por azar o por un encadenamiento de azares, se convirtieron en emblemáticas. Fue el caso del asesinato de nueve estudiantes y un profesor en la Universidad Nacional de Educación conocida como La Cantuta.

Ese episodio concentró el horror, pero provocó también la indignación y la resistencia de amplios sectores de la opinión pública. La matanza de La Cantuta no se hubiera mantenido en la memoria como una espina en el corazón de un poder que apostaba por el olvido, sin la tenacidad de los familiares de las víctimas y los activistas de derechos humanos, que durante más de quince años reclamaron los restos de sus seres queridos y exigieron justicia.

Hoy, los responsables directos de la matanza se encuentran en prisión, el presunto autor intelectual está en el banquillo de los acusados, los restos mortales de los estudiantes descansan por fin en paz. La memoria de La Cantuta se resignifica y, después de largo tiempo, provoca no sólo dolor, sino también esperanza de que la impunidad deje de ser moneda corriente en el Perú.

Notas

* Director del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), ex integrante de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR).[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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