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Entre 1980 y 1992 vivimos dominados por la hiperinflación, el desgobierno, la violencia sin límites. Nuestra República de Weimar Peruana, en los términos propuestos por la reflexión de Gustavo Buntinx, en analogía y fricción con la experiencia democrática alemana de la primera postguerra. Fueron los años entre el fin de la dictadura militar iniciada por el general Juan Velasco Alvarado y el autogolpe de Estado encabezado por Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. Casi tres lustros en los que Ricardo Cassinelli alternó su vida familiar y laboral con dedicaciones pictóricas eventuales pero de profunda automotivación.

La obra resultante es la de un auténtico “pintor de domingo”: el suyo es un arte de necesidad interior, autodidacta, nunca comercializado en una galería. Un artífice retraído, secreto, cuya obra se asemeja a una bitácora personal en la que supo metabolizar una década traumática. Casi somatizarla.

“Aunque muchas veces no hace una alusión concreta al entorno social, político o histórico, sus cuadros se impregnan de ese clima agobiante”, explica Buntinx. “Retratos, autorretratos y paisajes alternan con alegorías complejas y crónicas descarnadas de la violencia, pero todo siempre desde una impresionante vocación solitaria”.

Esa dedicación quedaría finalmente trunca. En 1992, por motivos que van de lo social a lo íntimo, Cassinelli abandona el trabajo sostenido con los materiales plásticos. Y la mayor parte de su producción se enrolla y olvida bajo los óxidos de una máquina inútil en la curtiembre de la familia. Como una cápsula del tiempo, el hallazgo y recuperación de esas imágenes, a instancias de MICROMUSEO, nos revela no sólo un raro y desconocido repertorio de imágenes, sino además un excepcional testimonio de las intensidades de aquellos años extremos.

A partir de ese rescate, MICROMUSEO organizó en 2011 la primera exposición individual de Cassinelli, paradójicamente ofrecida como una retrospectiva enorme que ocupó todos los ambientes de la Casa O’Higgins de la Universidad Católica, en pleno Centro Histórico de Lima. Una exposición insólita que hoy se preserva y expande en este monumental libro, inaugurándose además con él la serie ALTERIDADES, una nueva línea editorial de MICROMUSEO dedicada al rescate de producciones simbólicas excéntricas o desarticuladas de los sistemas establecidos de valoración artística.

COEDICIÓN: MICROMUSEO / SUR, CASA DE ESTUDIOS DEL SOCIALISMO
DISEÑO: SOPHIA DURAND
304 pp
494 imágenes interiores

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