Alberto Borea
Miraflores – Callao
(De la serie Combis – Extracciones)
2016
Aided ready-made
(fragmento reconfigurado de carrocería de microbús urbano) /
/ 75.5 x 286 cm
Colección MICROMUSEO
(“al fondo hay sitio”)
TRÁNSITOS
GUSTAVO BUNTINX
(Alberto Borea,
in memoriam)
Nacido en Lima el 09 de abril de 1979, en estos días Alberto Borea habría cumplido cuarenta y tres (43) años. Hace apenas dos, sin embargo, una enfermedad inexplicable lo arrebató de la vida. Y del arte en el que iba esparciendo gestos y obras de creciente intensidad y logro.
Una trayectoria de rápida expansión cosmopolita que, sin embargo, supo retornar siempre ─retomar─ a la “peruanidad” en sus claves muy propias de (post)modernidad excéntrica.
Como en esta magnífica PIEZA DEL MES nuestra: una de las más inquietantes en la decisiva secuencia de carrocerías de muy limeños microbuses urbanos que Borea recorta e interviene entre el 2012 y el 2017. Restos abandonados en impresionantes cementerios de vehículos informales / ilegales que se abandonan ante la fatiga de sus materiales. También históricos: lo que en ese paisaje de chatarras además asoma es un lento cambio de paradigmas para la movilidad social, en los varios sentidos de esa frase. Y la modernización progresiva de un Estado que ─al menos hasta el 2019─ lograba imponer el creciente asedio de las multas y los controles municipales sobre los llamados “piratas del asfalto”.
Vistas de la carrocería de microbús utilizada
para la elaboración de nuestra PIEZA DEL MES.
En el cementerio de vehículos informales (arriba)
y ─ya con un primer recorte─ en el taller de Alberto Borea.
Las reconfiguraciones de esos fuselajes formuladas por Borea adquirían así múltiples sentidos. Como en este sobrecogedor perfil de una pistola que, al preservar fragmentos de las rutas pintadas sobre la carrocería original, vincula insólitamente a Miraflores con El Callao: el céntrico y pudiente distrito de gran animación comercial y artística, enlazado aquí al puerto periférico que cierto imaginario sensacionalista identifica con la marginalidad o la delincuencia extremas.
Pero el sentir definitivo de esta obra, de la serie entera que ella integra, es tal vez más denso. Y alegórico. El ocaso de toda una época de anomias nacionales, de errancias populares, iniciada en el Perú y en Lima hacia fines de la década de 1960. Ese proceso, largo tiempo dominado por el signo anárquico de la “combi” o el microbús, parecía iniciar su extinción bajo los embates de la revolución capitalista que llegó a avizorarse en las primeras dos décadas del milenio nuevo.
Así lo aventuró MICROMUSEO en la exposición Vacío museal: medio siglo de museotopías peruanas, donde ─entre tantas otras cosas─ ensayamos un recorrido por el imaginario del microbús en el arte peruano. Desde su aparición temprana, casi fantasmal, en una de las fotografías pioneramente tomadas hacia 1971 por Bill Caro en las barriadas incipientes del sur de la capital.
Bill Caro
Pamplona – Ciudad de Dios
ca. 1971 – 1973
Fotografía analógica sobre papel
(Impresión digital: 2012)
Y luego su exaltación ilusionada, casi mesiánica, en grabados como los generados por el taller Huayco E.P.S. para su exposición ruptural de 1980.
E.P.S. Huayco (Mariela Zevallos)
¡Bajan en el Museo de Arte Moderno!
1980
Serigrafía sobre papel / 69.5 x 100 cm
Colección MICROMUSEO
(“al fondo hay sitio”)
Juan Javier Salazar
Algo va’ pasar
1980
Serigrafía sobre papel / 69.5 x 100 cm
Colección MICROMUSEO
(“al fondo hay sitio”)
Todo contrastado, algo después pero durante esa misma década, por el registro de la desolación de los migrantes campesinos en el ya destartalado tráfico urbano.
Herman Schwarz
Caquetá – Túpac Amaru
ca. 1986
Fotografía analógica sobre papel
Hasta culminar en el fulgor postrero de esta obra definitiva, nuestra PIEZA DEL MES, tan sugestivamente recortada por Alberto Borea para capturar la agonía reciente de esas locomociones.
Y el tránsito final de las culturas inscritas en ellas.
Ojalá tales desplazamientos ─artísticos, culturales, sociales─ nos remitan ahora, en esta Semana Santa, a otros más personales. Y espirituales.
Los del propio Alberto, quien en sus trances últimos nos dejara una obra excepcional. Otra más.
Heaven: una Escalera al Cielo.
Literalmente.
(Pero cuán arduos esos primeros escalones se ven.
Y cómo nos punzan).
Alberto Borea
Heaven
[Paraíso]
2020
Aided ready-made
(escalera de aluminio intervenida /
388.6 × 53 cm)
Postdata
Alberto Borea, por cierto, utilizaba para sus carrocerías intervenidas la denominación general Combis – Extracciones. Y este último término inevitablemente hace pensar en el también utilizado por otro artífice peruano ─José Carlos Martinat─ para sus propias capturas y resignificaciones de grafitis populares, casi en los mismos años.
Hay en esa coincidencia (aparente: el azar no existe) un importante signo cultural de los tiempos.
A ser reflexionado.
Asignatura pendiente.