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SIN TÍTULO
[ANIMITA]

Giancarlo Vitor


2014

Acrílico sobre tela / 50 x 50 cm

Colección MICROMUSEO ("al fondo hay sitio")

noviembre

2024

Giancarlo Vitor
Sin titulo
[Animita]

2014
Acrílico sobre tela / 50 x 50 cm
Colección MICROMUSEO
(“al fondo hay sitio”)

TODOS LOS SANTOS /
/ LOS DIFUNTOS TODOS

(Y SU REDENCIÓN)

   

GUSTAVO BUNTINX

   

Hoy se conmemora,
en la tradición católica,
el Día de Todos los Santos.

Pero este primero de noviembre,
importa recordarlo,
es también la víspera
del Día de los Muertos:
en términos formales,
el Día de los Fieles Difuntos,
particularmente aquéllos que,
desde el Purgatorio,
aguardan el momento de su purificación.
Y, en ciertas tradiciones populares,
fatigan aún el mundo de los vivos,
penando.

No es así indispensable ser creyente
para asociar estas fechas
con la idea de lo expectante, 
de la espera,
de la esperanza.

Sentidos que adquieren relevancia mayor
en el Perú abrumado de estos tiempos.
Tan distanciados de lo espiritual.

Desde esa obscuridad
MICROMUSEO rescata
las potencias alegóricas del arte.
Sus sugerencias proteicas.
Como en este pequeño, precioso,
cuadro pintado por Giancarlo Vitor en el 2014.

Parte, en realidad,
de un emprendimiento pictórico mayor,
acogido en aquel momento
por la Galería Lucía de la Puente.
Esa exposición
Experiencias en la periferia—
significó como pocas ciertas intensidades de la época.
En particular, las luchas por la territorialidad.
Geográfica y social,
Política o poética.
Espiritual.

Así lo intentamos evidenciar,
Susana Torres y yo,
en el texto que acompañó entonces a la exhibición.
Y que diez años después, creemos,
mantiene aún amarga vigencia.

De ese escrito y de aquella muestra
rescatamos ahora,
en esta pintura,
la poesía austera del cactus
dejado como ofrenda en una “animita”:
esas capillas ínfimas que en los bordes de las carreteras
ruegan por la salvación del alma de quienes allí
accidentaron su existencia terrena.

Nótese, en esa vena,
el aire fantasmal tras el realismo
apenas insinuado en el tratamiento plástico.
Y la sutileza del pigmento que impregna
pero apenas acaricia a la tela,
para dejar visible la expresiva trama de sus hilos.
Que son también los de la historia:
la inscripción consignada en este cuadro
remite al protagonista de una serie televisiva local,
el ya mítico detective Gamboa de la década de 1980.

Los años de nuestra Guerra Grande.
La guerra incivil
que asoló a la República de Weimar Peruana
(1980 – 1992).

Un abismo pasado del que supimos emerger.

Como nos elevaremos también
por sobre las negruras del presente.

Lo expectante, la espera.

La ESPERANZA.

   

(2014 – 2024)
(Este texto reelabora y expande conceptos
concebidos para el escrito que acompañó
a la exposición
Experiencias en la periferia)

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