JUANITA
1995 – 2005
Video / 03:02′ (bucle sinfín)
Colección MICROMUSEO ("al fondo hay sitio")
diciembre
2024
Íntegro
(Óscar Naters / Ana Zavala)
Juanita
1995 – 2005
Video / 03:02′ (bucle sinfín)
Colección MICROMUSEO
(“al fondo hay sitio”)
PREVIO
Más vale encender un cirio que maldecir la obscuridad:
al culminar un año ensombrecido por violencias y pobrezas interminables
—también culturales, también artísticas—
MICROMUSEO opta por destacar como su decembrina Pieza del Mes
una obra ínfima pero genésica.
O mesiánica:
es un aliento resurreccional el que anima
a la Juanita del grupo Íntegro,
concebida como performance en 1995
y diez años después transfigurada en video
para otra Ruta nuestra,
intitulada precisamente Yo no me llamo Juanita.
En el fulgor de esa batalla denominativa
brillaban con luz propia los destellos
de este aporte incisivo.
Como lo hacen también ahora,
por razones abordadas en el texto que aquí se presenta,
pero también por una motivación adicional:
los cuarenta años de existencia plena
alcanzados hace apenas unas semanas
por el quehacer compartido
de Óscar Naters y Ana Zavala.
Una existencia desafiante
que MICROMUSEO ha procurado siempre atender.
Y entender como uno de nuestros mayores alientos.
MANTO /
/ MANTRA
GUSTAVO BUNTINX
Editado en el 2005, este video cautivante condensa —ésa es la palabra— algunas de las pulsiones más intensas en la producción performática del grupo Íntegro, creado en 1984 por Óscar Naters y catalizado un año después por la incorporación de Ana Zavala. En realidad, la obra en sí ofrece apenas (“apenas”) el bucle sinfín de un solo gesto dancístico, capturado por la cámara durante el estreno en 1995 de la coreografía Juanita. Tan sólo unas semanas antes se había anunciado, con esa denominación, el descubrimiento de los restos prodigiosamente conservados de una doncella inca sacrificada a la tierra y sus erupciones en las alturas nevadas del volcán Ampato, a ochenta kilómetros de Arequipa.
La sacralidad inscripta en aquel cuerpo ancestral se vería pronto profanada por la espectacularización de los medios y los simulacros de la política. Con fines tan escandalosos como espurios: durante la dictadura de Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori, esa capaccocha, esa suprema ofrenda indígena, fue burdamente presentada en un circuito de ferias del Japón. Allí sería expuesta (en todos los sentidos del término) “como si se tratara de un fenómeno circense”, al impecable decir de la parlamentaria —y guerrera cultural— María Ofelia Cerro. Pero fueron en realidad varias las voces que entonces se alzaron contra la indignidad de aquella gira inverosímil, concebida como uno más de tantos tributos brindados a cambio de encubrimientos inmediatos y futuros exilios. Otra demostración patética de la crisis sacrificial (René Girard) que recorre y remueve a nuestra historia reciente.
Despliegue exhibicionista de la Dama de Ampato,
mal llamada “Momia Juanita”
(Fotografía publicada sin crédito en:
https://en.absolutviajes.com/peru/the-mummy-juanita-the-maiden-sacrificed-in-the-ampato/)
Así lo evidencia también la designación para aquella joven nativa de un nombre castellano, derivado del nombre inglés de Johan Reinhard, el antropólogo estadounidense responsable —con el peruano Miguel Zárate— de aquel hallazgo. Se impuso de esa manera, acaso sin consentimiento del aludido, un despojo simbólico que niega y burla el origen quechua de la sacrificada. Al punto que ciertas revistas extranjeras han optado por ignorar esa denominación absurda, procurando tratos más respetuosos: “The Ice Maiden”, la Doncella del Hielo, es la poética fórmula preferida por National Geographic, verbigracia.
Sin embargo, en otros foros —Wikipedia, para empezar— y sobre todo en el Perú, prevalece el desatino. Contra esa indecible violencia —cultural y política— MICROMUSEO organizó la exposición Yo no me llamo Juanita, acogida durante casi todo el mes de octubre del 2005 por la Sala Luis Miró Quesada Garland de la municipalidad del distrito limeño de Miraflores. El título provenía de una notable obra de Fernando Bryce, incluida en la muestra e integrada a nuestras colecciones.
Fernando Bryce
Yo no me llamo Juanita
1998
Tinta sobre papel / Tríptico: 29.5 x 21 cm, cada pieza
(Complemento de la serie Bosque de rocas)
Colección MICROMUSEO
(“al fondo hay sitio”)
Se convocó además a artífices muy diversos, pero comprometidos con la exhumación crítica de las historias enterradas bajo aquel apelativo incongruente. Con ese ánimo, pero en clave ritual, Naters y Zavala optaron por reiterar en un solo, interminable video, un solitario segundo de los registros de su performance gestada diez años antes. Un mínimo artificio tecnológico para un arte sacro mayor, exaltado por la curaduría mediante el recurso paradójico de proyectar aquella agitación lumínica sobre una diminuta tela en blanco, montada en un bastidor. Como un cuadro encendido. O una pintura en movimiento. Perpetuo.
El efecto de extrañeza así logrado era también espiritual. Y arcano. Una sugestión mistérica, acentuada por las tonalidades doradas de sus destellos. Y por el enmudecimiento de cualquier sonido: una banda sonora de silencios.
Atención a la rima sutil de todo ello con el subtexto implícito en la exposición entera. Aunque albergaba un claro elemento de denuncia, esa muestra proponía sobre todo un hálito de resurrección. Una energía otra que la Juanita de Íntegro desata como un manto (funerario), como un mantra (genésico): hay una feroz cualidad hipnótica en el movimiento eternamente pendular del cuerpo de Zavala en este video áureo.
Aurático.
(2005 – 2024)
(Este texto reelabora y expande conceptos
publicados en el catálogo de la mencionada exposición
Yo no me llamo Juanita)
Nota bene
Este video fue también incluido en otras dos exposiciones de MICROMUSEO estrechamente relacionadas entre sí:
Fotograma del video
Juanita,
del grupo Íntegro