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¿DÓNDE ESTÁ DIOS? (II)


Entre los cacharros
(literalmente)

17 de marzo

2010

(Imagen tomada de Dailymail.co.uk)

¿DÓNDE ESTÁ DIOS?

ENTRE LOS CACHARROS
(LITERALMENTE)

“Dios se mueve entre los cacharros”, solía decir Santa Teresa de Jesús hace ya varios siglos. Nuestros prosaicos tiempos actuales pueden darle a esa frase un sentido demasiado literal: Toby Elles (británico, 22 años) sostiene haber encontrado (y preservado) el rostro de Jesús entre las manchas de grasa de una sartén en la que sobrecocinó algunos tocinos. Lamentablemente, esta aparición no parece tener las intensidades de sentido ficcionalizadas en una película como Santitos, de Alejandro Springall, donde la protagonista encuentra a San Judas Tadeo en el horno cochambroso de su cocina, iniciando con él diálogos que la guían en la búsqueda de hija desaparecida.

Como fuere, hay una intensidad importante en cualquier materialización icónica de lo sagrado desde los espacios de lo banal y lo cotidiano. Un signo de los tiempos. Cualquier reflexión profunda sobre la cultura contemporánea debería darle a estas manifestaciones la misma atención que la que le suele prodigar al llamado alto arte.

Reproduzco a continuación la cobertura que la página web de El Comercio le da al tema, con un tono entre sobrio y divertido:
 

Ver para creer: un joven británico afirmó tener la imagen de Jesús en su sartén

La imagen de grasa tenía ojos, nariz y todos los rasgos distintivos de Jesucristo. Toby Elles, de 22 años, cree que es un milagro y decidió no lavar la sartén
Toby Elles, de 22 años, una noche decidió hacer un aperitivo, y al final se dio con una gran sorpresa al encontrar en su sartén una imagen tan curiosa como asombrosa.

El joven británico de la ciudad de Lancaster se quedó dormido luego de tomarse unas cervezas con su compañero de departamento, mientras su tocino se cocía. Pasada una hora, el joven se despertó por el olor a humo que se expandía por los salones de su vivienda y recordó que tenía el tocino en la sartén.

Apenas pudo reaccionar, el joven —que trabaja en un banco— raspó los restos que quedaban en el recipiente, pero no podía creer la visión que se formaba ante él, era Jesucristo que lo miraba desde ahí, informó Daylimail.com.uk.

La imagen de grasa tenía ojos, nariz y todos los rasgos distintivos de Jesucristo. Toby piensa ahora que fue sin duda algún tipo de milagro y decidió no lavar la “sagrada” sartén.

“Tomando en cuenta lo ocurrido, decidí colocarlo en una vitrina para protegerlo en el futuro”, indicó.

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